El polémico episodio ocurrió cuando la Diva se presentaba en Italia, en donde se presentaba en el Estadio Olímpico de Roma ante unos 60 mil asistente. "Dedico esta canción al Papa, porque soy una hija de Dios. Todos ustedes también lo son", dijo Madonna momentos antes de invitar a todo el público para que entonaran el clásico hit en un multitudinario coro a capella.
Mientras la Iglesia Católica catalogó este acto como una "provocación", Madonna suma este polémico episodio a la larga lista de escandalos relacionados con religión entre los que se encuentran el de 1989 cuando fue condenada por besar a un santo negro en el video de "Like a Prayer", por tener coreografias sexualmente explícitas, el clásico beso con Britney Spears y Christina Aguilera en los premios MTV, y la crucificción en la cruz de espejos en su tour pasado.
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